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Festival txuri-urdin ante un Las Palmas irreconocible

Willian José marcó un doblete a su ex equipo y Vela y Zurutuza completaron la goleada. Tanausu marcó el gol visitante. Boateng fue expulsado en el 21'.


Festival goleador de la Real Sociedad contra un Las Palmas que se pareció muy poco al que había maravillado en las cuatro primeras jornadas. Una goleada que sirve a los txuri-urdin para despojarse de golpe de todas las dudas por su escaso bagaje anotador en el inicio liguero. Willian José, con dos goles, fue el verdugo de su ex equipo, que se vio mermado por la clara expulsión de Boateng a la media hora. Pero para entonces la Real ya dominaba claramente. Una noche en la que le salió todo de cara, porque Vela volvió a reencontrarse con el gol y con su magia, Zurutuza se apuntó a la fiesta, y Canales volvía a un terreno de juego ocho meses después de su grave lesión en el Bernabéu. El único lunar la lesión muscular de Yuri. Por el contrario, fue una noche para olvidar para Quique Setién. No le salió nada bien, su equipo hizo aguas en defensa, perdió sus señas de identidad, sufrió una expulsión y hasta Bigas, clave en defensa, acabó lesionado.


Ambos conjuntos pusieron en liza más cambios de lo esperado. Es verdad que Quique Setién y Eusebio dieron continuidad a la idea de las últimas jornadas, pero metieron pequeños matices que se notaron desde el inicio del partido. Finalmente Carlos Martínez ocupó el lateral derecho y Raúl Navas el eje de la defensa, y ambos cumplieron. En el caso del defensa andaluz más de un año sin jugar por culpa de su lesión de pubis. Eso lo quiso aprovechar Las Palmas para hacer daño en esa situación a la Real, con Kevin Price Boateng, que regresaba al once, y Sergio Araujo, que era la sorpresa en punta de ataque en lugar de Livaja. Pero Navas estuvo muy serio en defensa, apenas tuvo problemas, y el 'Expreso de Lodosa' estuvo incansable subiendo y bajando, dando el centro del primer gol, y acabando exhausto. Notó la falta de competición, pero demostró que sigue siendo un jugador completamente aprovechable. Lástima que terminara tocado el partido.




En la Real, Juanmi descansó de inicio por las molestias de la última jornada, el capitán Xabi Prieto ocupó su puesto en la mediapunta y tiró de su experiencia para intentar surtir de balones a Oyarzabal, Vela y Willian José, que salió motivado contra su ex equipo. Con esos elementos, la Real y Las Palmas dirimieron una lucha sin cuartel por la posesión de balón, una pelea de la que salió triunfador el equipo realista que salió a presionar más arriba que en partidos anteriores para incomodar la salida de balón de Las Palmas.

La idea le salió perfecta Eusebio, gracias también a que en la primera jugada del partido, la defensa canaria estuvo muy blanda y Willian José marcaba libre de marca en el segundo palo. El brasileño no celebraba su tanto por respeto a su ex equipo. Eso sólo fue el principio de una primera parte en la que Las Palmas estuvo irreconocible, a pesar de intentarlo en algunos tímidos acercamientos, como un disparo lejano de Araujo ante el que tuvo que estirarse Rulli. Era la Real la que llevaba el peso del partido, la que creaba las mejores ocasiones, hasta que llegó la jugada clave del partido, la expulsión de Boateng al evitar claramente el segundo tanto realista con la mano en boca de gol. Expulsión y penalti que marcó Vela, que rubricaba una buena actuación, y ponía distancia en el marcador para Real.

El gol dejó muy tocado al equipo canario, que no fue capaz de levantarse y permitió s la Real darse un buen festival de juego, ocasiones y goles, como el de David Zurutuza, que remató libre de marca desde el punto de penalti un buen centro de Xabi Prieto tras una buena jugada colectiva del conjunto de Eusebio. Otra vez la defensa de Las Palmas, desaparecida. El equipo canario, con las rotaciones de Quique Setién, no se pareció en nada al de las primeras jornadas. Apenas tuvo el balón, apenas creo peligro y dio todo tipo de facilidades al equipo realista.

Es cierto que Las Palmas estuvo penalizado por jugar una hora con un jugador menos, pero no es excusa para su pobre imagen. Porque la Real pudo terminar con una goleada de escándalo. Al descanso estaba todo el pescado vendido, pero en la segunda parte continuó el rodillo txuri-urdin. Willian José marcó de penalti su segundo gol, tras un derribo de David Simón a Oyarzabal dentro del área. A partir de ese cuarto gol, Las Palmas pareció despertar al tiempo que la Real levantaba el pie del acelerador. Eso provocó el tanto del honor de Tana, tras una buen pase entre líneas de Roque Mesa. Era tarde e insuficiente, porque no sirvió para nada. La Real ganó con comodidad y Eusebio respiró un poco con una goleada que le devuelve de golpe en su faceta goleadora.
Fuente: AS

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